lunes, 3 de octubre de 2016

Insuficiencia Renal


¡Hola bloggeros!

¿Cómo les va? En este blog hablaremos sobre la enfermedad de Insuficiencia Renal abarcando: definición, causas, tratamientos, exámenes.




DEFINICIÓN:

La insuficiencia renal crónica o uremia es la incapacidad de los riñones para fabricar orina o fabricarla de baja calidad ("como agua"), ya que en ella no se ha eliminado la cantidad suficiente de residuos tóxicos. Aunque algunos pacientes siguen orinando, la mayoría no pueden hacerlo. No obstante, lo importante no es la cantidad, sino la composición o calidad de la orina.
Los riñones son dos órganos en "forma de judía", situados en la pared dorsal del cuerpo a los lados de la columna vertebral. Son de color marrón, pesan unos 150 gramos cada uno y tienen unos 12 centímetros de largo, 6 centímetros de ancho y 3 centímetros de grosor. En la parte superior, cada riñón lleva adosada una glándula endocrina (produce sustancias vitales en el interior del cuerpo) que se llama glándula suprarrenal.

Los riñones son las "depuradoras" donde se filtra y limpia la sangre. Producen la orina, que contiene agua, toxinas y sales que la sangre ha ido recogiendo por todo el cuerpo y que se han de eliminar. También intervienen en otras actividades como la reproducción, porque fabrican hormonas sexuales; regulan la cantidad de fósforo y calcio en los huesos; controlan la tensión en los vasos sanguíneos; y fabrican sustancias que intervienen en la coagulación de la sangre.



La insuficiencia renal aparece cuando sólo funciona un 5 por ciento del total de filtros del riñón o nefronas. La unidad básica del riñón es la nefrona, de las que existen alrededor de 1 millón en cada riñón. Cada nefrona está formada por un componente que actúa como filtro, el glomérulo, y un sistema de transporte, el túbulo.

Parte de la sangre que llega a los riñones es filtrada por el glomérulo y pasa a través de los túbulos, donde se producen varios procesos de excreción y reabsorción que dan lugar a la orina que finalmente se elimina.

El flujo sanguíneo renal (FSR o cantidad de sangre que llega al riñón por minuto) es aproximadamente en un adulto de 1,1 litro por minuto. De los 0,6 litros de plasma que entran en el glomérulo a través de las arteriolas, un 20 por ciento es filtrado, operación que se denomina filtrado glomerular renal.

El filtrado glomerular renal es, por tanto, el volumen de plasma filtrado por los riñones por unidad de tiempo. La cantidad de plasma filtrado al día es de 135 a 160 litros. Para prevenir la pérdida de líquidos, entre el 98 por ciento y el 99 por ciento del filtrado glomerular renal es reabsorbido por los túbulos, con lo que la cantidad de orina eliminada resultante es de entre uno y dos litros al día.
Cuando se presenta un trastorno renal, significa que una o varias de las funciones renales están alteradas. Pero no todas las funciones se alteran en la misma proporción; si, por ejemplo, dos tercios de las nefronas dejan de funcionar, puede que no se produzcan cambios significativos porque las nefronas restantes se adaptan; asimismo, los cambios en la producción hormonal pueden pasar desapercibidos, y entonces el cálculo del filtrado glomerular renal es la única forma de detectar la disminución en el número de nefronas que siguen funcionando.



CAUSAS:


  • Necrosis tubular aguda (NTA)
  • Enfermedad renal autoinmunitaria
  • Coágulo de sangre por el colesterol (émbolo por colesterol)
  • Disminución del flujo sanguíneo debido a presión arterial muy baja, lo cual puede resultar de quemaduras, deshidratación, hemorragia, lesión, shock séptico, enfermedad grave o cirugía
  • Trastornos que causan coagulación dentro de los vasos sanguíneos del riñón
  • Infecciones que causan lesión directamente al riñón como pielonefritis aguda, septicemia
  • Complicaciones del embarazo, incluso desprendimiento prematuro de placenta o placenta previa
  • Obstrucción de las vías urinarias
  • Drogas ilegales como cocaína y heroína
  • Medicamentos incluyendo los fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE), ciertos antibióticos y medicamentos para la presión arterial, medios de contraste intravenosos, y algunos fármacos para el cáncer y el VIH.



SÍNTOMAS:

Los síntomas de la insuficiencia renal aguda pueden incluir cualquiera de los siguientes:

  • Heces con sangre
  • Mal aliento y sabor metálico en la boca
  • Tendencia a la formación de hematomas
  • Cambios en el estado mental o en el estado de ánimo
  • Inapetencia
  • Disminución de la sensibilidad, especialmente en las manos o en los pies
  • Fatiga (cansancio)
  • Dolor de costado (entre las costillas y las caderas)
  • Temblor en la mano
  • Hipertensión arterial
  • Náuseas o vómitos que pueden durar días
  • Hemorragia nasal
  • Hipo persistente
  • Sangrado prolongado
  • Crisis epiléptica
  • Dificultad para respirar
  • Movimientos letárgicos y lentos
  • Hinchazón por retención de líquidos en el cuerpo (puede presentarse en las piernas, los tobillos y los pies)
  • Cambios en la micción como poca o ninguna orina, micción excesiva durante la noche o suspensión completa de la micción



PRUEBAS Y EXÁMENES:

Los exámenes para observar cuán bien están funcionando sus riñones incluyen:


  1. BUN
  2. Depuración de la creatinina
  3. Creatinina en suero
  4. Potasio en suero
  5. Análisis de orina


Se pueden hacer otras pruebas de sangre para encontrar la causa subyacente de la falla renal.
Una ecografía renal o abdominal es el examen preferido para diagnosticar una obstrucción en las vías urinarias. Las radiografías, la tomografía computarizada o la resonancia magnética del abdomen también pueden indicar si hay una obstrucción.



TRATAMIENTO:

Una vez que se encuentra la causa, el objetivo del tratamiento es restaurar el funcionamiento de los riñones y evitar que el líquido y los residuos se acumulen en el cuerpo, mientras estos órganos sanan. Generalmente es necesario permanecer una noche en el hospital para el tratamiento.
La cantidad de líquido que usted beba se limitará a la cantidad de orina que pueda producir. Le dirán lo que puede o no comer con el fin de reducir la acumulación de toxinas que los riñones normalmente eliminarían. Es posible que necesite consumir una dieta rica en carbohidratos y baja en proteínas, sal y potasio.
Se pueden necesitar antibióticos para tratar o prevenir la infección. Se pueden emplear diuréticos para ayudar a eliminar el líquido del cuerpo.
Se administrarán medicamentos por vía intravenosa para ayudar a controlar los niveles de potasio en la sangre.
Es posible que necesite diálisis. Este es un tratamiento que hace lo que normalmente hacen los riñones: eliminar los desechos dañinos, la sal extra y el agua del cuerpo. La diálisis puede salvarle la vida si los niveles de potasio están peligrosamente elevados. La diálisis también se utilizará si:
  • Su estado mental cambia 
  • Si deja de orinar
  • Presenta pericarditis
  • Retiene demasiado líquido
  • No puede eliminar los productos de desecho nitrogenados del cuerpo


La diálisis casi siempre será por corto tiempo. En casos poco comunes, el daño renal es tan grande que la diálisis se puede necesitar de manera permanente.